La mente que está libre de culpa no puede sufrir.
Al estar sana, Saba a su vez al cuerpo porque ella misma ha sanado.
Las enfermedades son inconcebibles para la mente sana, ya que no puede concebir atacar a nada ni a nadie.
No existe diferencia alguna entre el amor y la dicha. Por lo tanto el único estado de plenitud posible es el de absoluta dicha. Curar o hacer feliz es por lo tanto, lo mismo que integrar y unificar.
Tu no puedes cancelar tus propios errores por tu cuenta. No desaparecerán de tu mente te son la Expiación, un remedio que no es obra tuya.

La sesión concluye con una meditación guiada de sanación.

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