El hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado.
Oculta tras la relación no santa en la que se recuerda el odio se encuentra la chispa de belleza dispuesta a cobrar vida tan pronto como se le entregue a Aquel que le infunde vida y belleza.
Permite que El descubra la chispa de belleza que se encuentra oculta en tus relaciones y te la revele. Su belleza te atraerá tanto, que no estarás dispuesto a perderla de vista nuevamente. Y dejarás que esta chispa transforme la relación de modo que lo puedas ver más y más.
Todo aquel que esté involucrado en la situación desempeña el papel que le corresponde en la consecución del mismo.
Únicamente lo que tú no has dado es lo que puede faltar en cualquier situación.
Tu liberación es segura. Da tal cómo has recibido. Y demuestra que te has elevado muy por encima de cualquier situación que pudiese detenerte y mantenerte separado de Aquel cuya llamada contestaste.
La sesión concluye con una meditación guiada de sanación.